Al contrario de lo que podría pensar la gente, los Seattle Seahawks creen en otorgar segundas oportunidades. Koren Robinson, quien fuera escogido por el club en una primera ronda de draft, comenzó la suya en el entrenamiento del miércoles.
Tres años después que los Seahawks cortaran al wide receiver que eligieron con la novena selección general de todo el draft de 2001, lo firmaron de nuevo el martes, buscando solucionar el problema de tener seis receptores lesionados, incluyendo al quarterback suplente Seneca Wallace.
Es evidente que una conversación que tuvo Robinson fuera de temporada con el pasador titular del equipo, Matt Hasselbeck, animó al quarterback a sugerir al presidente del club, Tim Ruskell, la posibilidad de volver a hacerse con los servicios del receptor. Ruskell mandó al departamento de personal un proceso de búsqueda de información y una reunión con Robinson. Finalizado el protocolo, ambas partes llegaron a un acuerdo.
Así, cuatro años después que los Seahawks lo apartaran del club, Robinson volvía esta semana a tomar posesión de su taquilla en el vestidor del equipo.
"Al principio estaba contra la propuesta, pues todos saben que el compromiso y el carácter son dos cosas fundamentales aquí", explicó Ruskell. "Si hubiera visto al Koren que dejamos ir hace cuatro años, no lo hubiera contratado de nuevo. Hubo muchas conversaciones y mucha búsqueda de información… Koren es una buena persona y todos creemos en otorgar a alguien una segunda oportunidad. Si Koren lo desea, esta historia puede tener un final muy feliz."
Robinson, de 28 años, jugó como el receptor más abierto con los Seahawks, actuando como titular en 52 de los 57 partidos que disputó y registrando 213 recepciones para 3,167 yardas y 12 touchdowns. En 2002, el wide receiver se convirtió en el quinto jugador de los Seahawks en superar las 1,000 yardas de recepción en una temporada. En aquella campaña, Robinson sumó 1,240, colocándose en la segunda posición de la historia del club, sólo 47 por detrás de las yardas de recepción logradas por el mítico Steve Largent en 1985.
Tras su marcha de Seattle, Robinson participó en la campaña 2005 con Minnesota, donde destacó por su gran habilidad para retornar kickoffs, situación que le valió ser escogido para disputar el Pro Bowl. En la temporada, Robinson lideró la Conferencia Nacional, con un promedio de 26.0 yardas por retorno, además de ubicarse segundo en la historia de los Vikings al sumar 1,221 yardas de retorno de kickoff en un año.
En las dos últimas campañas, Robinson jugó con Green Bay, actuando en 13 partidos, de los cuales en sólo uno fue titular. En su carrera, el receptor ha iniciado 58 de los 84 encuentros que ha disputado en la NFL, atrapando 263 balones y contabilizando 3,844 yardas y 14 touchdowns.
Robinson explicó que vio a Hasselbeck en Dallas, justo antes del training camp. El jugador está entusiasmado por retornar al sitio donde inició su carrera en la NFL y por poder volver a contribuir con el equipo. Sus conocimientos del ataque de Mike Holmgren son muy importantes, dada la plaga de lesiones que ha azotado a los receptores de Seattle. Desde el primer día, Robinson estará listo para jugar.
"Sabes eso de que jamás se te olvida cómo manejar una bicicleta, pues así me siento acerca del Ataque Costa Oeste", explicó el receptor. "Fue mi primera casa y cuatro años utilizando ese sistema, bajo las ordenes del Entrenador Holmgren, hacen que todavía recuerde la terminología utilizada en el libro de jugadas. Quizá algo haya cambiado, pero me siento cómodo al conocer a la perfección los conceptos."
"He seguido estando activo", continuó Robinson. "Tengo un preparador físico en North Carolina y he continuado haciendo los ejercicios básicos de preparación de este deporte, para mantenerme veloz y en forma."
Ante todo, esta oportunidad se le presenta al jugador cuando jamás pensaba que la recibiría. Ahora, Robinson sabe que está en la mejor situación que podía: teniendo una segunda opción de triunfar con el equipo que comenzó en la liga. Robinson ha dejado del lado los problemas que tuvo fuera del campo y que tantos dolores de cabeza le dieron. Una de las claves del cambio ha sido su esposa, Joy, con quien tiene dos hijos y espera su primera hija.
"Debido a las circunstancias que me hicieron dejar Seattle, pensaba que jamás volvería", apuntó Robinson. "Definitivamente, siempre es bueno tener una segunda oportunidad. Estoy muy agradecido por ello y creo que esta historia tendrá un buen final, tanto para mí como para la franquicia."
