Los Seahawks ganaron bajo la lluvia, la temporada pasada en Philadelphia.
Mientras jugadores, entrenadores y aficionados quedan atrapados por la intensidad de los partidos, las relaciones humanas son muchas veces olvidadas.
Pero este no es el caso de la estrecha amistad que une a los entrenadores de Seattle, Mike Holmgren, y Philadelphia, Andy Reid, amistad que se mantendrá aunque ambos deban verse las caras el domingo por la tarde en el Qwest Field.
Reid habló con la prensa de Seattle el miércoles, antes de que Holmgren tuviera su conferencia semanal. Ambos no dudaron en comentar sobre una relación personal que nació hace 26 años, cuando Reid llegó a Brigham Young como asistente y lo pusieron a las órdenes de Holmgren, coordinador de ataque de la Universidad.
"Yo me encargaba de los asistentes recién graduados en BYU y él estaba muy cerca de terminar sus estudios", explicó Holmgren. "Desde el principio nos hicimos amigos. Él se graduó en periodismo, mostrando ser un tipo inteligente. Se centraba mucho en todo lo que hacía y esto me gustó. Amaba el football americano y su ética de trabajo era excelente. Así que no fue complicado reconocer su instinto y talento para este deporte. Había jugado de línea, con lo que pasó a entrenar esta posición, haciéndolo muy bien desde el inicio."
Cuando Reid llevaba 10 años en el football americano universitario, Holmgren debutó en la NFL, bajo la tutela de Bill Wash, como responsable de los quarterbacks de los San Francisco 49ers, con los que más tarde llegó a ser coordinador de ataque. Cuando Holmgren recibió la oportunidad para debutar como entrenador principal, con los Green Bay Packers en 1992, no dudó en llamar a Reid para que se integrara a su staff.
"Lo conocía desde hacía mucho tiempo, así que sabía perfectamente con quién iba a trabajar", afirmó Reid, quien fue contratado como entrenador principal de los Eagles en 1999, el mismo año en que Holmgren dejó a los Packers para encargarse de los Seahawks. "Desde aquella época, Mike (Holmgren) era muy competitivo y exigente, pero justo. No creo que nadie pudiera hacer un mejor trabajo como entrenador, y lo digo ahora que yo también lo soy. Sabía perfectamente cómo tratarte, cuándo animarte y cuándo reprenderte. Por eso ha sido uno de los entrenadores más exitosos de todos los tiempos."
Hablando de éxito, ambos lo han disfrutado a raudales. Reid llevó a los Eagles hasta la final de la Conferencia Nacional en cuatro ocasiones, mientras Holmgren ha dirigido a sus equipos a tres Super Bowls (dos a los Packers y una a los Seahawks), ganando el Super Bowl XXXI, con Reid como entrenador de *quarterbacks. *Su bigote y estructura corporal los podría hacer pasar por hermanos; Reid tiene 50 años y Holmgren, 10 más.
Reid comenzó trabajando para Holmgren como responsable de tight ends *y entrenador de la línea ofensiva, porque había jugado en la línea de ataque en BYU. Más tarde, pasó a dirigir a los *quarterbacks, convirtiéndose en la persona que convenció a Holmgren de elegir a Matt Hasselbeck en el draft, con la elección de sexta ronda de Green Bay. No es de sorprender, por lo tanto, que la ofensiva de Reid sea un espejo del ataque Costa Oeste utilizado por Holmgren. El actual entrenador de Philadelphia cree firmemente que su colega de Seattle ha aportado grandes cosas al football americano, especialmente en el aspecto ofensivo.
"No fue algo que ocurriera de la noche a la mañana", explicó Reid. "Yo sólo me encargaba de los tight ends y la línea, pero él sabía que quería ser el máximo responsable de la línea de ataque. Un día me dijo que debía ampliar mi perspectiva que aprendiera y que entonces estaría listo para hacerlo."
Obviamente, ambos sienten un afecto mutuo, a pesar de que el domingo cada uno intentará que su cerebro supere al del otro. Rivalidades aparte, buscarán un momento del fin de semana para estar juntos.
"Le dije que no podía centrarse sólo en la línea, que debía estar con los tight ends", comentó Holmgren sobre aquella época en que Reid estaba bajo su tutela. "Era importante para él, porque no iba a quedar encasillado sólo con la línea. Al dirigir a los tight ends aprendió muchas cosas sobre el juego de pase y sobre el ataque en general, pues también debía preocuparse de la ofensiva terrestre. Eso abrió sus horizontes y le permitió pasar a ser entrenador de quarterbacks. Pero, desde luego, si no hubiera sido un buen entrenador no hubiera llegado a ninguna parte."
"En el aspecto personal, tengo muchas ganas de verlo", añadió Holmgren. "Andy es una de las mejores personas que jamás he conocido. Ahora, centrándonos en el partido, el que tengamos o no una relación personal no tiene nada que ver, pues saldremos a hacer todo lo posible por ganar el domingo."