Los Seattle Seahawks aprovecharon la semana de descanso para recuperar hombres clave, pero su primera prueba de fuego tras la jornada sin jugar fue demasiado dura: viajar al Este para enfrentarse a los New York Giants, actuales campeones del Super Bowl.
Por si el rival no fuera lo suficientemente complicado, el infortunio volvió a azotar a los Seahawks desde el mismo primer cuarto. Matt Hasselbeck sufrió una lesión en la rodilla en el primer ataque del choque. Sin embargo, el bravo quarterback volvió al campo en el siguiente avance. Por precaución, el entrenador Matt Holmgren lo sustituyó por Seneca Wallace, en la última serie del tercer periodo, cuando el choque ya estaba decidido a favor de los Giants. En el mismo primer periodo, Deion Branch intentó atrapar un pase en la zona de anotación local que hubiera dado el empate a Seattle. En lugar de quedarse con el balón, el receptor, que volvía después de ser sometido a una operación de rodilla en enero, tuvo que abandonar el envite con una lesión en el pie. La defensa también se vio afectada por la plaga de dolencias que parece no cesar. También en el primer cuarto, el cornerback Kelly Jennings sufrió una conmoción cerebral que le obligó a seguir el resto del choque desde la banda.
Los Giants demostraron por qué son el conjunto con la mejor marca de la NFC. El cuadro local aprovechó estas circunstancias, yéndose por delante enseguida en el marcador y dominando claramente el tiempo de posesión del partido (36:28 a 23:32), estadística que suele obrar siempre en contra de la defensa de Seattle. Con la retaguardia visitante cansada, el ataque terrestre neoyorquino amasó 254 yardas, promediando más de 7 por oportunidad. Los Giants totalizaron 523 yardas totales por 187 de los Seahawks, para acabar apabullándolos, 44-6.
"Tenemos que olvidar rápido esta derrota y concentrarnos en Green Bay, nuestro próximo oponente", declaró Holmgren al finalizar el partido. "Creo que somos un equipo mejor de lo que enseñamos hoy en el campo, un equipo mejor que no está explotando todo su potencial. Ahora nos toca a todos –jugadores y entrenadores- arreglar las cosas que han ido mal."
Hasselbeck estaba de acuerdo con su entrenador. Ante la prensa, después del choque, el quarterback de los Seahawks comentó:
"Lo importante ahora es simplemente concentrarnos en jugar mejor football americano. Si no lo hacemos, nos quedaremos sin opciones. Tuvimos nuestras oportunidades en el partido, pero no pudimos capitalizarlas, especialmente en terceros downs, donde estuvimos simplemente horribles."
Los Seahawks fueron capaces de convertir solo un tercer down en 11 oportunidades. Hasselbeck completó 11 de los 21 pases que intentó, sumando 105 yardas y una intercepción. Por el contrario, Eli Manning, apoyado por el demoledor ataque terrestre, estuvo sumamente preciso, haciendo buenos 19 de los 25 lanzamientos que intentó, para concluir el partido con 267 yardas, dos touchdowns y ninguna intercepción. En la ofensiva terrestre, brilló principalmente el fornido Brandon Jacobs, quien recorrió 136 yardas en 15 oportunidades, anotando dos touchdowns y firmando la carrera más larga de su historia: 44 yardas en el primer cuarto.
Seattle movió el balón decentemente por tierra. Julius Jones volvió a mostrar su calidad, registrando 61 yardas en 17 intentos. La nota positiva para el ataque de los Seahawks fue la vuelta del veterano receptor Bobby Engram, quien no había podido disputar un solo encuentro esta temporada, por la fractura de hombro que sufrió antes de iniciarse la campaña. Engram lideró a los Seahawks con ocho recepciones y 61 yardas. Antes de abandonar el choque, Branch también lució, haciéndose con tres balones para sumar 31 yardas. Por el cuadro local, el blanco favorito de los envíos de Manning fue Domenik Hixon. El receptor de tercer año atrapó cuatro pases para 104 yardas y un touchdown, cumpliendo en su función de sustituto del suspendido Plaxico Burress.
El cornerback Josh Wilson encabezó a los Seahawks con 11 derribos, seguido del linebacker Leroy Hill, con nueve. El defensive end Patrick Kerney realizó el único sack del equipo, su cuarto de la temporada, en una espectacular acción que pudo cambiar el curso del partido cerca del final de la primera mitad. Kerney golpeó duramente a Manning, haciéndole perder el balón dentro de territorio neoyorquino. Sin embargo, un jugador de la línea ofensiva local recuperó la pelota, librando a los Giants de una seria amenaza.
El veterano chutador Olindo Mare volvió a tener una destacada actuación. Conectando field goals desde 30 y 29 yardas, Mare fue el único jugador de los Seahawks capaz de hacer subir puntos al marcador. En los cuatro partidos que ha disputado con Seattle, Mare continúa perfecto en intentos de field goal, habiendo convertido ya nueve de nueve.