Durante años, se ha pensado que lo mejor para un equipo de la NFL era tener la jornada de descanso a mediados de temporada. Quizá estadísticamente sea cierto, pero esta temporada no podía haber habido nada más propicio para los Seattle Seahawks que descansar en la tercera semana, justo antes de emprender un complicado viaje al este que acabará con el encuentro frente a los New York Giants del domingo.
El entrenador Mike Holmgren y el quarterback Matt Hasselbeck han encontrado este periodo como especialmente propicio. Hasselbeck celebró su cumpleaños número 33 durante la semana, lanzando a dos wide receivers al fin recuperados, Deion Branch y Bobby Engram. Holmgren y sus pupilos vieron caer a sus tres rivales de la División Oeste de la NFC, Arizona Cardinals, San Francisco 49ers y St. Louis Rams, lo que colocó a los Seahawks a sólo medio partido de la cabeza del grupo.
Por todos estos motivos, nadie quedó sorprendido al escuchar decir al entrenador, en una entrevista realizada por radio el lunes, en KIRO, "fue un buen día para nosotros, aunque no hayamos jugado."
Las cosas igualaron una batalla en la división que sin duda será cruenta, hasta el final de la temporada. Para el quarterback, trabajar con todos sus receptores toda la semana y descansar el domingo, viendo cómo perdían sus rivales, fue una gran experiencia.
"Fue perfecto, especialmente el hecho de que la NFL nos diera la semana de descanso haciéndola coincidir con mi cumpleaños", apuntó Hasselbeck. "Nos encanta la jornada de descanso, creo que deberíamos tener más, porque son muy divertidas. Físicamente son estupendas, puedes desconectar, sanar de tus dolencias y sentarte en el sofá a ver cómo golpean a otros quarterbacks. Simplemente te encuentras bien al levantarte el lunes sin sentirte como si hubieras tenido un accidente de coche."
Pero la gran noticia del entrenamiento ligero de una hora que realizaron los Seahawks el lunes fue la presencia de Branch y Engram. El primero lleva corriendo ya dos mees, en el proceso de recuperación de la operación de rodilla que le fue practicada en enero. El segundo sufrió una fractura de hombro al inicio de la pretemporada y no ha podido siquiera correr rutas ni atrapar pases, mientras Branch realizaba ya ejercicios.
Pero todo eso ya es historia y los dos receptores estarán listos para jugar, acabando con una racha negativa en que Seattle tuvo hasta seis wide receivers lesionados.
Debido a que el club contaba en tenerlos para este cuarto partido, ninguno de los dos fue colocado en la lista de lesionados, así que los Seahawks tienen ahora siete receptores en su plantel. De cualquier manera, Branch y Engram pueden haber corrido rutas y entrenado a tope, pero nada es igual que jugar un encuentro de verdad. Holmgren cree que Branch está mejor, pero que ninguno de los dos podrá disputar el partido completo.
Pronto veremos si el staff de entrenadores estará listo para combinar a siete wide receivers: Branch, Engram, Keary Colbert, Billy McMullen, Koren Robinson, Michael Bumpus y Cortney Taylor.
Como siempre, Hasselbeck se está preparando para enfrentarse a la defensa de los Giants, pero, por supuesto, esperaría tener a sus dos blancos principales durante todo el choque.
"Tuve la oportunidad de lanzarles la semana pasada", dijo el quarterback. "Está claro que han trabajado, especialmente Deion. Está corriendo bien y se le ve perfectamente. También es bueno tener a Bobby de vuelta. Hemos empezado bien la semana y creo que las cosas mejorarán conforme se acerque el día del partido."
"Tenemos una enorme confianza en ellos", continuó Hasselbeck. "Son muy profesionales y llevan haciendo esto muchos años. Han jugado en partidos inclusive más importantes que éste. Creo que estarán preparados."
Además de Engram y Branch, el equipo recuperará al tackle derecho titular, Sean Locklear, quien ya ha sanado de una lesión en la rodilla. Probablemente, Locklear recupere su sitio, aunque su sustituto, Ray Willis, ha jugado muy bien. Floyd Womack también lo ha hecho, solidificándose como guard en el mismo lado.
El domingo, también podrá jugar el corredor Maurice Morris, aunque no entrenó el lunes, mientras se le evaluaba la lesión de rodilla que sufrió en el primer encuentro de la campaña, jugado en Buffalo. Julius Jones aprovechó la oportunidad. Jugando como titular, el running back que defendiera los colores de los Dallas Cowboys la temporada pasada,sobrepasó las 100 yardas terrestres en los dos últimos encuentros, llegando a 312 en lo que va de campaña.
Seattle tiene un rival duro, el actual campeón del Super Bowl. Sin embargo, los Giants han ganado sólo cinco de los últimos diez partidos que han jugado en casa. La oportunidad para los Seahawks es enorme, pues con una victoria pueden volver a la pugna por su división y colocarse en los puestos de cabeza de la Conferencia Nacional.
"Estamos pendientes de las clasificaciones, pero nuestro objetivo es mucho mayor que ganar la división", apuntó Hasselbeck. "La clave es mejorar como equipo y centrarnos en nosotros mismos, porque de lo contrario todo lo que ocurra a los demás es irrelevante."