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Mayo/15/08 el correo con Mike Kahn

Mientras los novatos y los agentes libres partieron de diferentes partes del país para enrolarse en el primer mini-camp de Seattle el 2 de mayo, la situación golpeó a Teresa Widner como si le hubiera caído encima una tonelada de ladrillos.

Mientras los novatos y los agentes libres partieron de diferentes partes del país para enrolarse en el primer mini-camp de Seattle el 2 de mayo, la situación golpeó a Teresa Widner como si le hubiera caído encima una tonelada de ladrillos.

La administrativa del departamento de personal de los Seahawks se percató del entusiasmo de los jugadores y lo sintió muy dentro de ella misma. Nacida en Colorado y graduada en drama con una segunda carrera en teatro, realizada en el mismo Teatro Redwood de Redmond, pudo reconocer mejor que nadie los sentimientos por los que pasaban los jóvenes atletas.

"Los observaba junto a los veteranos y, de pronto, algo me golpeó con fuerza", explicó Widner. "Estaban enormemente entusiasmados por estar allí y mi mente se llenó de recuerdos, porque entendía perfectamente lo que sentían. Mi otra vida es el teatro y evoqué los nervios que pasas en una prueba. Después te sientas y ves la emoción de todo el mundo... Desde luego, hay muchas cosas similares en lo que ocurre aquí."

Widner ocupó prácticamente todo su día en responder llamadas de agentes, de jugadores que buscaban una oportunidad y hasta de padres, mujeres, novias o abuelos de posibles prospectos que deseaban que su chico recibiera una oportunidad. Es su novena temporada en el club, así que ya ha podido escuchar diversas historias que podrían calificarse de increíbles.

Ella se convierte en la intermediaria entre estos hipotéticos jugadores de football americano y sus sueños.

"Lo entiendo perfectamente", explicó. "A veces recibo llamadas muy especiales, dos o tres a la semana. Cada uno tiene su propio sueño, así que comprendo su persistencia. Es como si yo fuera a la Quinta Avenida y pidiera una audición... La semana pasada recibí una llamada que me dejó perpleja. Era un chico de 17 años que preguntó si había restricciones por motivos de edad. Le dije que por supuesto y le pregunté si iba al Instituto o a la Universidad. Contestó muy educadamente que no había concluido el Instituto y que pensaba si podría entrar aquí directamente. Yo le respondí que no, que debía seguir estudiando hasta acabar. Me explicó que era lo mismo que le había dicho su madre, pero pude apreciar una amargura especial en su voz."

Widner continuó: "Muchos de estos chicos tienen historias que reflejan una enorme mala suerte. No pudieron ir a la Universidad porque su madre enfermó; o tuvieron que dejar los estudios porque su padre murió. Todas estas historias llegan a mis oídos. Una vez una señora llamó desde Atlanta y me explicó que siempre habían sido aficionados de los Seahawks en su casa. Me dijo que le habían diagnosticado cáncer y que siempre había deseado que su hijo jugara para los Seahawks. ¿Qué debes responder a esa petición?"

Aunque las llamadas sean complicadas de atender, la ejecutiva de Seattle ha adquirido una gran paciencia gracias a su experiencia en el teatro, la cual le ayuda en los momentos más complicados y le permite entender a sus interlocutores. Por otro lado, muchos de los que llaman acaban gustando a los buscadores de talento y terminan teniendo una oportunidad para realizar una prueba.

No ha habido todavía historias como la protagonizada por Mark Wahlberg en la película "Invencible", que explica la historia verdadera de Vince Papale, un profesor que realizaba sustituciones y acabó jugando en los Philadelphia Eagles gracias a una prueba abierta convocada por Dick Vermeil, en su primera temporada como entrenador en la NFL.

"No recuerdo a ninguno que haya acabado firmando un contrato para jugar aquí", apuntó Widner.

Will Lewis está de acuerdo: "He visto muchos agentes libres salidos de la calle que han venido a realizar una prueba, siempre que se haya visto algo prometedor en sus cintas de vídeo, pero no hemos contratado a ninguno."

Pero las llamadas siguen entrando y Widner continúa contestando con voz compasiva.

Esta semana, justo antes del mini-camp, recibió una carta de un hombre de unos 50 años que insistía en que podía jugar en la NFL. Antes, una mujer estuvo llamando con insistencia, prácticamente cada día, pudo localizar el número de Lewis y le dejó varios mensajes. También logró hablar con el coordinador de buscadores de talento universitario, Kirk Parrish.

"Es su sueño y debemos entenderlo", comentó Widner. "Han pensado en ello durante mucho tiempo y finalmente alguien los animó a intentarlo. Hablar con ellos es parte de mi trabajo y también hacerles comprender la realidad –aunque a muchos no acabe gustándoles-".

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