A diferencia de lo que se pudiera pensar, la severa derrota del pasado domingo en Buffalo, 34-10, no significa el fin del mundo para los Seahawks.
Es cierto, el receptor Nate Burleson está fuera por el resto de la temporada, debido a la lesión que sufrió en la rodilla, y el corredor Mo Morris no podrá jugar al menos en las próximas dos semanas. Pero echen la mirada atrás y recuerden lo ocurrido en la jornada inaugural de hace tres años, disputada en Jacksonville. Después, las cosas cambiaron. Los Seahawks acabaron conquistando el campeonato de la Conferencia Nacional para plantarse en el Super Bowl XL, su primera gran final de la NFL. No hay garantía alguna de que vuelva a ocurrir, pero sí es un indicativo de que no debe uno desesperarse después de sufrir, fuera de casa, la primera derrota de la temporada.
El mensaje del Mike Holmgren a sus jugadores, el lunes después del choque, versa sobre el tema. El entrenador explicó:
"Le dije al equipo hoy que no podíamos entrar en un estado de pánico, que habíamos enfrentado situaciones similares con anterioridad. Se puede perder, pero hay que ser realista sobre lo que ocurrió para intentar arreglarlo. Estoy motivado y ansioso de tener una buena semana de entrenamiento."
La idea es buena, pero no podemos olvidar que Seattle deberá resurgir sin Burleson, quien atrapó cinco pases para 60 yardas y un touchdown antes de lesionarse la rodilla en el tercer cuarto, Deion Branch (rodilla) y Doug Baldwin (hombro), quienes todavía no estarán listos según ha dicho el propio Holmgren. Esto deja el cuerpo de wide receivers con los siguientes efectivos: los jóvenes Courtney Taylor, Logan Payne, Jordan Kent, probablemente al quarterback suplente, Seneca Wallace, y el novato que está todavía en la escuadra de prácticas, Michael Bumpus.
Siempre queda la posibilidad de ir al mercado de agentes libres a buscar un veterano que esté familiarizado, al menos, con una variación del sistema de ataque Costa Oeste que utiliza Holmgren. El entrenador y parte de su staff repasaron este tema durante el lunes por la noche, mientras el resto comenzaba la preparación para el duelo del siguiente domingo, el debut del equipo en casa, frente a San Francisco.
De cualquier forma, la baja de Burleson es una pérdida enorme, tanto para el grupo de wide receivers como para las acciones de retornos de punts en equipos especiales.
"Tras esta reunión con ustedes (los periodistas), tendré otra con la gente de personal y hablaremos sobre estos temas", explicó Holmgren. "Bumpus es sin duda un candidato; pero como lo que ocurre es grave, también tendremos que explorar otras posibilidades. Quizá la opción sea traer un veterano. La única experiencia de este tipo que he tenido fue con Andre Rison en Green Bay. Lo trajimos un lunes o un domingo y jugó la siguiente semana. Estábamos en una situación similar, con muchos lesionados, y tuvimos que hacerlo salir al campo. No sabía la mayoría de nuestras jugadas y el quarterback le decía qué hacer antes de cada acción. La terminología puede ser algo diferente, pero si le dices qué ruta debe trazar y te ciñes a lo básico, puede funcionar."
La situación también complica la vida de Matt Hasselbeck. El quarterback fue sometido a una tremenda presión por la defensa de los Bills, recibiendo cinco sacks y siendo víctima de varios pases que se cayeron a sus receptores. Hasselbeck terminó el choque con 17 envíos completos en 41 oportunidades, 190 yardas, un touchdown y una intercepción. Cree que sería bueno añadir un veterano al grupo de receptores, pero sabe que deberá trabajar con el material humano que tenga disponible.
"Hubo varias acciones que se pueden arreglar", dijo Hasselbeck. "El esfuerzo fue bueno, pero nuestra comunicación no fue la mejor. Probablemente subestimamos el ruido que podía hacer su afición y esto nos hizo mella. Pero repito, podemos arreglarlo. Sé que la gente dirá que siempre decimos lo mismo, pero se trata de corregirlo. Si mejoramos un poco, los pases incompletos serán completos y algunos se convertirán en anotaciones. No deben haber terceros y 12, 31 ó 28 por avanzar, eso simplemente es jugar mal al football americano."
La otra situación complicada es en la posición de running back. Morris sufrió un esguince de rodilla y estará fuera durante los siguientes dos partidos, esperando que se recupere debido a tener una semana más de descanso al no jugar los Seahawks en la cuarta jornada. Se prevé que el corredor veterano pueda estar de vuelta para el duelo del 5 de octubre frente a los Giants. Mientras tanto, Julius Jones, a quien de cualquier manera Holmgren había designado para actuar como titular en el próximo partido, deberá llevar el peso del ataque terrestre. Probablemente, T.J. Duckett también tendrá su oportunidad, como corredor de poder, y Leonard Weaver continuará realizando labores de fullback.
El corredor Novato Justin Forsett también tiene una pequeña posibilidad de ver acción, especialmente debido a su habilidad para retornar todo tipo de chuts y no poder contar con Burleson.
"Mo se repondrá, aunque estará fuera por un tiempo", apuntó Holmgren. "Falta saber exactamente cuánto, pero es un chico duro y volverá. Tenemos dos partidos y, después, la semana de descanso. Antes de la temporada pensé que esta jornada sin jugar llegaba demasiado pronto, pero ahora veo que vendrá en el momento adecuado. Sobre la profundidad en la posición de corredor y Forsett, hablaremos el miércoles."