Considerando el tiempo de su carrera como entrenador que ha pasado moviendo cajas, hubo algo de justicia cuando sonó el teléfono en la nueva oficina de Kasey Dunn, justo después que aceptara el trabajo para encargarse de los corredores de la Universidad de Maryland.
Le dijeron que era el entrenador principal de los Seattle Seahawks, Mike Holmgren, pero al principio no se lo creyĂł.
"Al inicio dudĂ© de que en realidad fuera Ă©l", explicĂł Dunn. "DespuĂ©s, comenzamos a hablar y me dijo que querĂa verme por allĂ para convertirme en su entrenador de corredores. TomĂ© una de las cajas que estaba vaciando y la volvĂ a llenar, mientras acabĂĄbamos de charlar. En verdad, es increĂble estar hoy aquĂ (en Seattle)."
Para el nuevo miembro del staff de los Seahawks es un honor estar en el PacĂfico Noroeste, habiendo vuelto a casa, tras crecer en Bremerton, brillar en el Instituto North Kitsap y convertirse en un destacado receptor en la Universidad de Idaho. Hasta ha podido reunirse en Seattle al quarterback que jugĂł con Ă©l en su etapa de instituto, Kirk Parrish, coordinador de buscadores de talento universitario de los Seahawks. El padre de Kirk, Jerry, los entrenĂł a ambos en North Kitsap High.
Pero Dunn no estå mås emocionado que Janelle, su novia de la universidad y esposa desde hace 15 años, nacida en Coeur D'Alene. El nuevo entrenador se dirigirå a Waco, Texas, para recogerla a ella y a sus dos hijas, Kayla (10) y Lauren (6), el fin de semana, y las llevarå a casa después que estuvieron un año viviendo allà mientras él entrenaba en Baylor.
Dunn trabajó como interino brevemente con los Seahawks en 2003, pero el resto de su carrera como entrenador (15 años) la ha pasado en el football americano universitario, en lugares como Arizona, Texas Christian, New Mexico, San Diego y su propia alma mater, Idaho. Su mejor momento, sin duda, ocurrió durante los cinco años que estuvo en Washington State, bajo las órdenes de Mike Price.
Lo que estĂĄ viviendo ahora es muy diferente y lo hace hablar maravillas de Holmgren. El entrenador de corredores dijo al respecto:
"Al terminar mi labor como interino hace cinco años, el entrenador Holmgren me dijo que me llamarĂa si hubiera un sitio libre. PensĂ© que me lo habĂa comentado para hacerme sentir bien, asĂ que no esperaba mucho mĂĄs. Pero, desde luego, ha cumplido con su palabra."
El trabajo se le multiplica ahora a Dunn. Por un lado tiene que encargarse de vender su casa en Waco y de todos los cambios de vivienda. Por el otro, ya estĂĄ encargĂĄndose de una posiciĂłn en que los Seahawks necesitan mejorar dramĂĄticamente en esta temporada.
Sin Shaun Alexander y Mack Strong, los hombres en quienes se afincĂł el ataque terrestre del equipo en los Ășltimos años, la responsabilidad recaerĂĄ en un grupo que incluye a los reciĂ©n fichados, Julius Jones y T.J. Duckett, y a veteranos del equipo, como Maurice Morris, Leonard Weaver y David Kirtman. TambiĂ©n se encuentran en el equipo dos corredores elegidos en el pasado draft, Owen Schmitt y Justin Forsett. A Dunn le han impresionado las aportaciones realizadas por Morris y Weaver en las reuniones realizadas con los running backs.
La oportunidad para Dunn es magnĂfica. Los Seahawks tienen que reconstruir su juego terrestre y, para ello, no sĂłlo lo han contratado a Ă©l, sino al veterano entrenador especialista en la lĂnea atacante, Mike Solari, y a un asistente que le ayude con los "hombres grandes", Mike DeBord. Para Duna, este es el momento de capitalizar una carrera en el football americano universitario en la que se ha dedicado, prĂĄcticamente en exclusiva, a entrenar corredores.
"Es una gran responsabilidad", apuntĂł Dunn. "Tanto Solari como DeBord poseen un bagaje excelente en dirigir lĂneas que bloqueen eficazmente en el ataque de carrera. No vengo con respuestas, sino a trabajar duro y hacer lo que se me diga. No creo que se deban cambiar grandes cosas. La clave estĂĄ en asegurarnos que nuestros running backs jugarĂĄn un football americano sĂłlido, basado en los fundamentos, y que saldrĂĄn al campo a dejarse la piel."
Al nuevo entrenador de los Seahawks todavĂa le cuesta creerse lo que estĂĄ viviendo.
"El otro dĂa estaba trabajando en mi oficina y escuchaba al entrenador Holmgren hablar de Bill Walsh y George Seifer", explicĂł Dunn. "Hay veces que me tengo que pellizcar para cerciorarme de que esto es cierto: se trata de Mike Holmgren y estoy en su staff. Pero, entonces, procuro bajar al mundo y mentalizarme de que soy uno mĂĄs aquĂ y he venido para hacer un trabajo."



