Repetir es el principal verbo que aparece en la agenda del entrenador de los Seahawks, Mike Holmgren.
La escena en la casa del club, el VMAC, era feliz en la conferencia de prensa ofrecida por el entrenador, el día después del triunfo logrado en San Francisco sobre los 49ers, 34-13. Seattle fue el único equipo de la División Oeste de la Conferencia Nacional que ganó el domingo. Quedan nueve jornadas y el conjunto de Holmgren está a sólo dos encuentros de Arizona, así que centrarse en vencer cada semana es algo factible.
El próximo rival, Philadelphia, será sin duda un duro oponente.
"Debemos seguir creyendo y jugar muy fuerte", dijo Holmgren. "Sabemos que nos enfrentaremos en casa a Philadelphia, un gran equipo de football americano. Esperamos mejorar suertes en el aspecto de las lesiones, porque necesitaremos que algunas cosas vayan a nuestro favor para poder derrotar a los Eagles. No somos nada del otro mundo todavía en ataque, una faceta del juego en la que no podemos permitirnos cometer errores."
"En el aspecto defensivo generamos oportunidades y las aprovechamos", continuó el entrenador. "En equipos especiales estamos actuando de forma muy sólida. Por el momento, iremos, como dice el cliché, un partido a la vez, centrándonos en mejorar los pequeños detalles y eliminar errores."
En su segundo partido como quarterback titular, debido a que Matt Hasselbeck todavía no ha acabado de reponerse de los problemas que tiene con un disco de la espalda, Seneca Wallace mejoró notablemente. Se movió mejor al no sentir ya molestias musculares en la pierna que se había lastimado en la segunda jornada, y adquirió un buen ritmo de juego y confianza. Wallace completó 15 de 25 envíos para 222 yardas, realizando buenas lecturas que le permitieron encontrar desmarcado al fullback Leonard Weaver en dos acciones que se transformaron en touchdowns de 43 y 62 yardas.
Con sus dos primeras recepciones de anotación en la NFL, Weaver se convirtió en el primer fullback y uno de cinco corredores en lograr recepciones de touchdown tan largas en un partido desde 1970. Estas eran las jugadas de largo alcance que Holmgren ha buscado en un largo periodo en que las lesiones de Hasselbeck y Wallace permitieron que hasta el tercer pasador de la plantilla, Charlie Frye, jugará un encuentro desde el inicio. A esta situación tan difícil se debe añadir, para complicarla aún más, el haber utilizado en lo que va de temporada hasta 11 wide receivers, debido a las lesiones.
"Creo que Seneca se encontró mejor físicamente", comentó el entrenador. "Pudimos verlo desde la primera acción del partido, cuando rompió la bolsa de protección y salió de ella para completar un envío con Bobby (Engram). En las dos anotaciones de Leonard, Seneca se movió muy bien. Lo presionaron ligeramente, pero supo quitarse de en medio antes de lanzar. Creo que ayer actuó con más confianza. Se encontró suelto y esto únicamente se logra jugando. No podemos olvidar que llevaba tiempo fuera del campo y eso se notó en su primer partido. Por ahora, es nuestro quarterback titular y tenemos que apoyarlo."
El lunes, Hasselbeck volvió a desplazarse a Los Angeles para ser evaluado de nuevo por un especialista. Todavía no tiene permiso médico de entrenar, con lo que Wallace continuará en la titularidad.
Holmgren es optimista sobre el estado del linebacker central, Lofa Tatupu, quien no entrenará prácticamente en toda la semana, pero podrá jugar el domingo, a pesar de haber sufrido un tirón muscular en el abductor que le obligó a dejar el partido de San Francisco en la primera mitad. La misma situación es la que experimenta el defensive end Patrick Kerney, lesionado, en el último cuarto, del hombro del que fue operado
El gran misterio es la evolución del talón del wide receiver Deion Branch. Tras recuperarse de la operación de rodilla a la que fue sometido en enero, Branch únicamente ha podido disputar medio encuentro en toda la temporada, ya que, el día de su vuelta, en Nueva York contra los Giants, se lesionó el talón.
"Deion está como Matt; no creo que pueda jugar el domingo", apuntó Holmgren. "Esperamos volver a contar con él para la semana siguiente, pero hay un poco de incertidumbre sobre su estado. Cuando pueda trabajar dos días seguidos sin resentirse, entonces estará listo para jugar."
La gran diferencia del partido fue marcada por las excelentes acciones perpetradas por la defensa en momentos clave. Hubo cinco sacks, cuatro fumbles (aunque sólo se recuperó uno) y la gran intercepción de Josh Wilson, quien prácticamente sentenció el choque con un retorno de 75 yardas para touchdown cuando quedaban 31 segundos para llegar al descanso. La acción no sólo arruinó un intento de remontada de unos 49ers que perdían 13-3, sino que permitió a los Seahawks afrontar la segunda mitad con una cómoda ventaja de 20 a 3.
Sin duda, tan importantes como las jugadas de la retaguardia, fueron los dos touchdowns de ataque más largos del equipo en la presente campaña, materializados ambos por Weaver.
"Me dije a mí mismo que al fin lo habíamos conseguido, al fin habíamos logrado un par de anotaciones de gran envergadura", explicó Holmgren. "Algo así se necesita en un encuentro. Te pueden salir bien muchas jugadas que llames, pero cuando consigues que una se rompa y recorra todo el camino, te da tranquilidad y te hace sentir muy bien, aunque no te lo esperaras."
