Nadie estuvo más contento de haber participado en el primer mini-camp que el veterano corredor T.J. Duckett.
Hace poco más de una año, Duckett dejó a los Washington Redskins y se marchó en busca de un nuevo equipo. Había llegado al equipo de la capital, procedente de Atlanta, en un traspaso realizado antes del inicio de la temporada de 2006. Los Falcons lo eligieron con su primera ronda del draft de 2002.
Visitó a los Seahawks en aquel entonces, aprovechando la estrecha relación que tenía con el presidente Tim Ruskell, quien fue director general asistente de los Falcons, y Jim Mora, su entrenador en Atlanta. Pero, en lugar de quedarse en Seattle, decidió firmar un contrato por un año con los Detroit Lions, poniendo como prioridad la cercanía a su pueblo natal, Kalamazoo, y a su alma mater, Michigan State.
Esta vez, sin embargo, su decisión de recalar aquí ha sido inmediata.
El corredor de 27 años firmó con los Seahawks el pasado 5 de marzo, convirtiéndose en una de las piezas fundamentales del rompecabezas destinado a arreglar la ofensiva terrestre del club.
"Por la manera en que concluyó la campaña pasada, no esperaba moverme", explicó Duckett. "Pero se presentó el tema de la agencia libre y comencé a pensar que no continuaría en Detroit. Entonces llegó Seattle y me ofreció la oportunidad de fichar por este gran equipo y no dudé en subirme al carro."
"Mucho ha tenido que ver en mi decisión la excelente relación que tengo con gente de aquí", continuó el poderoso corredor. "Ya vine el año pasado, pero opté por firmar con Detroit debido a su cercanía con mi hogar. Esta vez estaba ya familiarizado con el proceso y eso hizo que optara por Seattle rápidamente."
Ducket mide 6-0 pies (1.82 metros) y pesa 254 libras (114 kilogramos), características que le permiten actuar en cualquier posición de corredor. Su especialidad son las jugadas de yardaje corto, una asignatura pendiente para los Seahawks la temporada pasada. Duckett está entusiasmado de ser parte de una transición que Seattle espera realizar con su ataque de carrera. Para ello, además de incorporarlo a él, los Seahawks han firmado al corredor Julius Jones, al guardia Mike Wahle, al entrenador de la línea atacante, Mike Solari, y a un asistente que lo apoye, Mike DeBord.
El nuevo miembro de Seattle prefiere tomarse las cosas con calma, sin aspiraciones, preparado para hacer lo que el club necesite para mejorar.
"Conozco a este equipo", dijo Duckett. "Cuentan con excelentes jugadores y han tenido mucho éxito en los últimos años. Parece que todo está en su sitio. Es un honor ser parte de él y poder añadir mi granito de arena para ganar algunos partidos más. No me importa lo que quieran que haga. Soy un jugador de football americano y estaré preparado para lo que puedan necesitar. Al final, lo que importa en una temporada es cuántos partidos seas capaz de ganar."
"Sé lo que ocurrió la campaña pasada en situaciones de yardaje corto", añadió Duckett. "Tenemos corredores nuevos, un nuevo entrenador de la línea ofensiva y nuevos bloqueadores también en la línea. Estamos listos para cambiar las cosas y sea cual sea la situación, estaré preparado. Será una temporada nueva, con oportunidades y partidos nuevos. En la NFL debes olvidarte pronto de lo que pasó la campaña pasada y empezar de nuevo."
Hacia la segunda mitad de la temporada pasada, el entrenador Mike Holmgren y su coordinador ofensivo, Gil Haskell, prácticamente borraron el ataque terrestre del sistema y pidieron al quarterback Matt Hasselbeck que lanzara el balón todas las veces que pudiera. Aún así, los Seahawks conquistaron su cuarto título consecutivo en la División Oeste de la NFC y llegaron a la segunda ronda de los playoffs por tercer año seguido. Sin embargo, uno de los principales objetivos para la siguiente campaña es volver a tener una ofensiva equilibrada.
La esperanza es que Duckett ayude a mejorar los frustrantes números obtenidos en intentos de yardaje corto. En siete temporadas en la NFL, el nuevo corredor de los Seahawks ha firmado 2,642 yardas terrestres y ha registrado 36 touchdowns. En 2003, impuso marcas personales con 779 yardas y 11 touchdowns para liderar a los Falcons en este apartado.
"Está claro que tenerlo en el plantel es algo positivo", afirmó Haskell. "No se puede concluir nada de un jugador nuevo hasta que no se pone las hombreras, pero Duckett ha demostrado ser fuerte y saber correr con el balón. Es inteligente y posee buenas manos. Tiene pinta de jugador, ahora habrá que verlo con las hombreras puestas."
"Sobre el problema en situaciones de yardaje corto, el año pasado se debieron a una combinación de corredores, línea y tight end", continuó el coordinador ofensivo. "Creo que hemos afrontado los problemas. Hace tres temporadas éramos los mejores de la liga en estas situaciones, por lo que debemos preguntarnos qué ocurrió, para poder corregirlo."
Duckett espera ser gran parte de la solución. De momento, se siente contento, tanto con el estilo de vida del Pacífico Noroeste, como con sus compañeros. Le gusta bromear sobre su relación con Jones y el hecho de que ambos hayan llegado al equipo a la vez. Los dos, al acabar el Instituto, estuvieron juntos en un viaje de reclutamiento realizado por la Universidad de Notre Dame. Duckett terminó en Michigan State y su equipo ganó a Notre Dame, donde concluyó jugando Jones, en los tres años que estas escuadras se enfrentaron.
Ahora vuelven estar juntos, luchando por tener más repeticiones con el primer equipo. El objetivo de los dos es ayudar a los Seahawks a conquistar su quinto título divisional seguido y llegar lejos en la postemporada.
"Me siento muy cómodo con el sistema ofensivo", apuntó Duckett. "Mis compañeros y el staff me hicieron sentir bienvenido desde que realizamos los programas para ponernos en forma. El mini-camp me sirvió para aprender el sistema, porque saber lo que debes hacer es fundamental si en realidad deseas ganar partidos."
